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La Estación Internacional de Canfranc

Cuando uno observa la Estación Internacional de Canfranc es inevitable pensar como debía ser este monumental edificio en el pasado. Andenes abarrotados de gente vestida de época con sus trajes y vestidos largos cargados con maletas, glamurosas fiestas en el Hotel Internacional, el trajín del ir y venir… sin duda, una estación que esconde historias enterradas por el paso del tiempo.

Canfranc está situada en Huesca a 11km de la frontera con Francia y se construyó con la idea de unir Francia y España atravesando el Pirineo Aragonés a través del Túnel de Somport. Fue inaugurada por todo lo alto en 1928 y condenada al olvido y a la decadencia en 1970 tras un accidente que destruyó un puente que fue un punto de inflexión y cierre de la parte francesa.

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Hacía tiempo que tenia ganas de visitarla, así que aprovechando que no estábamos muy lejos, nos plantamos ahí un sábado por la tarde, tras haber concertado la visita por teléfono con la gente de turismo de Canfranc. Durante la visita, la guía nos hablo de sus recuerdos, historias y anécdotas, vimos fotos antiguas y sobre todo, por un ratito, pudimos sentir el pasado de este olvidado lugar.

La Estación Internacional de Canfranc

Canfranc por el Interior

Una estación con doble nacionalidad con dos banderas, dos aduanas, trabajadores franceses y españoles… y claro como el ancho de vías era diferente, al llegar a aquí había que trasbordar pasajeros y mercancías. Además la parte francesa estaba electrificada y disponían de modernas maquinas mientras que el lado español usaba maquinas de vapor que consumían toneladas de carbón.

Canfranc por el Interior

Canfranc por el Interior

Un edificio de 240 metros de longitud, 75 puertas con tres alturas, letreros bilingües ya desaparecidos y la curiosidad de tener 365 ventanas, tantas ventanas como días tiene un año.

La Estación Internacional de Canfranc

Actualmente ya no es un paso fronterizo con Francia y su uso se limita a visitas turísticas del vestíbulo y a una línea diaria que la une con Zaragoza. Pero si uno quiere perderse por las vías y sus andenes para dejar volar su imaginación, toca hacerlo por su cuenta y con mucho cuidado pues no es parte de la visita oficial 😉

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

Solo están restaurando el vestíbulo del edificio, así que perderse por el resto de estación es descubrir lo poco que queda de lo que llegó a ser el complejo ferroviario español más importante de los construidos en España durante el primer tercio del s.XX y la más grande de Europa, tras la estación alemana de Leipzig.

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

¿Y que seria de una estación de trenes sin sus trenes? Aunque algunos estén…

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

La Estación Internacional de Canfranc

Y tampoco Wall-E quiso perderse esta visita :mrgreen:

Wall-E en la Estación Internacional de Canfranc

Muchas cosas se han dicho sobre esta estación. Solo es necesario hacer una sencilla búsqueda por google para descubrir que durante la Segunda Guerra Mundial un grupo de oficiales de la SS y miembros de la Gestapo controlaban la estación, en donde además llego a hondear la bandera nazi. Canfranc era un nido de espías y España comerciaba con los alemanes vendiendo Volframio (un metal escaso que Alemania usaba para endurecer el acero de sus acorazados) a cambio de oro, que a su vez había sido robado y expoliado a los judíos y a los países ocupados. Un sinfín de historias que bien podrían ser el argumento de una película al más puro estilo Casablanca.

Quien diría lo que esconden estas paredes ¿verdad?

Más fotos en el set de Flickr

3 comentarios en “La Estación Internacional de Canfranc”

  1. Me alegra que ya de pueda visitar el interior de la estación después de tantos años de obras.

      1. Las veces que he ido me he tenido que conformar con ver las vías, los andenes exteriores y los vagones desvencijados. Tomo nota de que hay que concertar la visita con la oficina de Turismo, para cuando me vuelva a dejar caer por allí. 😉

Los comentarios están cerrados.

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