Si os gustan los animales y la fotografía, visitar el Zoo es una buena opción. Puedes conocer animales que de otra forma no podrías y ya de paso, realizar fotografías diferentes. Así que ir cámara en mano, es además muy agradecido fotográficamente hablando. Visitarlo un domingo, quizás ya no sea lo más acertado. Mucha gente, muchos gritos, largas colas y animales muy, pero que muy estresados. Pobrecitos… 🙁
El temible Dragón de Komodo es una de las joyas de la corona del Zoo de Barcelona ya que en 2012 consiguieron el nacimiento de crias en cautividad. Es uno de los 6 zoologicos de Europa en haberlo conseguirlo.
Los Pavos reales pasean a sus anchas por todo el Zoo, pero nunca hasta ahora les había visto con el plumaje abierto. Estaba de lo más mono agitándolas cada vez que un hembra pasaba por su lado y el pobre le ponía unas ganas, jajaja.
Estábamos inmortalizando a los osos cuando un par de cuidadores se acercaron a uno de ellos para darle de comer. Fue increíble ver como lo llamaron por su nombre y él se acerco tan tranquilo al foso abriendo la boca mientras le tiraban trozos de manzana a la boca. Que oso más obediente
Los suricatas son siempre tan monos, seguro que os viene a la mente Timón y su fiel compañero, el facóquero, más conocido como Pumba. Hakuna matata!!
Y también vimos el clásico espectáculo de los Delfines despues de más de una hora haciendo cola con los niños…
Y si os habéis quedado con ganas de ver más fotos, aquí os dejo el álbum completo
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