Último día del año y como ahora todo el mundo está haciendo balance final del año, pues aquí os traigo mi recorrido fotográfico y viajero de este 2013. Aunque parezcan muchos destinos, la gran mayoría forman parte del Transmongoliano, un viaje intenso y toda una experiencia 100% recomendable
Bruselas
Una ciudad cosmopolita a la que llegué sin demasiadas pretensiones y con la que salí la mar de sorprendida. Poco hay que decir de la magnífica “La Grand-Place”, el curioso Attomium, vestigio del pasado retro futurista y uno de los emblemas de Bruselas, la famosa ruta del cómic a través de los dibujos en las paredes de varios edificios y obviamente, no podemos olvidar al pequeñín Manneken Pis y a sus clones menos conocidos, su hermana meona (Jenneken Pis) y el chucho meón.
Aunque si por una cosa es conocida Bélgica es por la cerveza así que el Delirium Monasterium es de visita obligada, el bar con más variedad de cervezas del mundo.
Brujas
Una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo y la “Venecia del Norte” por sus numerosos canales. A tan solo 90km de Bruselas, pasear por ella y disfrutar de su centro histórico, Patrimonio de la Humanidad desde el 2000, con sus esplendidas fachadas y sus magníficos canales, es como volver al pasado. Aunque la verdad, me esperaba mucho más. Quizás fue culpa de haber dormido muy poco, de la lluvia, del frío o de que me habían hablado tan tan bien, que me decepcionó, pero lo que realmente me llamó más la atención fueron sus magníficos escaparates llenos de dulces. ohhmmmm…
Gante
La cuarta ciudad más importante de Bélgica y la que cuenta con mayor número de edificios históricos. Situada a 50km de Bruselas, se trata de otra ciudad de cuento que si tienes la suerte de visitar en viernes o domingo, seguro te impresionará el concierto del carrillón de la Torre Belfort. Y no podemos olvidarnos del castillo de los Condes de Flandes, una imponente fortaleza medieval rodeada por su foso de agua y un museo de instrumentos de tortura cuánto menos curioso.
Gante ha sido siempre la eterna eclipsada por Brujas, aunque personalmente a mí me gustó mucho más que Brujas. Es sin duda, una ciudad con encanto.
Moscú
Poco hay que decir de Moscú, una ciudad que sorprende y donde es imposible no visitar su Plaza Roja con la espectacular Catedral de San Basilio y sus conocidas cúpulas de cuento, los exclusivos almacenes del GUM, el Kremlin y sus catedrales, el mausoleo de Lenin y la grima que da verlo embalsamado dentro de su ataúd de cristal,… Indispensable es, y por el módico precio de un billete de metro, darse un paseo por sus espectaculares estaciones de metro. Autenticas obras de arte conocidas como “el palacio del pueblo”con impresionantes lámparas de arañas, columnas de mármol, mosaicos, estatuas de bronce,… con una temática centrada en la historia de la guerra y el pueblo soviético.
Además, Moscú representa el km 0 del famoso Transiberiano y sus diferentes rutas, el Transmongoliano y el Transmanchuriano.
Irkutsk
Una gran ciudad soviética en el corazón de Siberia donde solo estuvimos unas horas, antes y después de visitar el Lago Baikal, en nuestra ruta del Transmongoliano. La verdad, no hay mucho más que ver a parte de edificios Art Noveau y antiguas casas de madera tallada.
Photo by Charles Turner. Fue un día muy caótico y parece que no hice ninguna foto a los más interesante de la ciudad. En fin…
Lago Baikal
El lago más antiguo y profundo del planeta, donde se concentra la mayor reserva de agua dulce del mundo. Es tan grande, que cuando lo cruzamos en Ferry para llegar a una de sus Islas, nos pareció mas bien un océano de aguas cristalinas, que no un lago.
Isla de Olkhon
Se podría describir como una insólita isla, en un remoto lago de la olvidada región de Siberia a 6 horas en furgoneta desde Irkutsk. Los habitantes de la isla más grande del Lago Baikal viven en Kuzhir, un pequeño pueblo pescador que parece anclado en el pasado con sus casas de madera, sus calles de tierra, las vacas paseando libremente, sus pequeños colmados,… Y no podemos olvidar que Olkhon es un lugar místico y espiritual donde se respira paz y tranquilidad, puedes visitar al chamán y puedes disfrutar de unas largas puestas de sol que cautivan.
Ulan Ude
Otra gran ciudad soviética en la que estuvimos de paso. Una de nuestras paradas de tren donde llegamos de madrugada para coger el autobús que nos cruzaría la frontera entre Rusia y Mongolia. Nada a destacar, salvo el gigantesco busto de Lenin, el más grande del mundo.
Ulan Bator
La capital de Mongolia es una de las más contaminadas del mundo, concentra la industria y la economía del país, además de los grandes atascos. Es increíble el gran caos circulatorio que existe, acompañado de los incesantes pitidos que los impacientes conductores, que circulan con reglas propias, pulsan cada 2 segundos.
Una ciudad extraña, llena de diversidades y con poco atractivo donde convive el pasado y el futuro de la población mongola, pues es fácil encontrarnos con gente vestida típicos trajes tradicionales y gente que viste con ropa más moderna. Además del contraste que supone encontrar rascacielos modernos, edificios de viviendas soviéticas, los típicos Gers o los monasterios budistas en muy poca diferencia de calles.
Desierto del Mini Gobi
Unas dunas similares al famoso desierto del Gobi, aunque con mucha menor superficie y sin tener que cruzar todo el país. Ocupan una superficie aproximada de 80km y en cierta manera, te puedes hacer una ligera idea de lo que puede ser el gran desierto del Gobi, pues de pie encima de una de las grandes dunas de arena, te sientes perdido en el culo del mundo.
Dimos un paseo con camellos, pasamos mucho calor paseando por las dunas y acampamos a sus pies en tienda de campaña. Toda una experiencia teniendo en cuenta que se pasó toda la noche lloviendo.
Cascada Orkhon
Una de las atracciones más importantes del país situada en el Valle de Orkhon, Patrimonio de la Humanidad desde 2005 y zona conocida como la cuna de la civilización mongola. La cascada marca el punto medio del río Orkhon, el más largo del país, y cuenta con una caída de unos 20 metros en una especie de cañón. Resulta increíble encontrar algo así en medio de la estepa y en una zona donde la cultura nómada, ha perdurado al paso del tiempo.
Karakorum / Monasterio de Erdene Zuu
Karakorum fue la capital del gran Imperio Mongol, de Gengis Khan, en su época de esplendor. Lo que llegó a ser el centro de las caravanas que hacían la Ruta de la Seda, con el tiempo entró en decadencia y actualmente apenas quedan las sombras de ese glorioso pasado.
Con las piedras que quedaron de la antigua ciudad, se construyó el Monasterio de Erdene Zuu, el primer monasterio budista de Mongolia. Un recinto rodeado de una gran muralla de adobe que llegó a tener casi 100 templos y de los que, actualmente, solo quedan 3. Destruido y reconstruido en multitud de ocasiones, es el vestigio cultural más destacado de Mongolia
Tsonjin Boldog / Estatua de Gengis Khan
A unos 50 km de Ulan Bator el gran Gengis Khan se alza de nuevo sobre las estepas. Se trata de una estatua de acero de 40 metros que se alza sobre un pedestal de más de 10 metros, rodeado de 36 columnas que representan los 36 kanes del imperio mongol. Es la estatua ecuestre más grande del mundo y al contemplarla no puedo evitar pensar, en la fijación que tienen los mongoles por las estatuas gigantes (la estatua de Migjid Janraisig en el Monasterio de Gandan, el Buddha Park o el nuevo proyecto de buda que se perfila incluso más grande que Gengis Khan ).
Lo alto de la cabeza del caballo es un mirador desde dónde podemos admirar la estepa y lo que en un futuro será un complejo turístico, ahora inacabado, con restaurantes, gers hoteles, tiendas,…
Terelj National Park
Uno de los grandes parques nacionales de Mongolia, lleno de campamentos para turistas, la “cueva de los Lamas”, una cueva donde se escondieron los lamas durante la invasión soviética y la “Roca Tortuga”. Una gran formación rocosa que parece una gran tortuga y que según dicen, simboliza los más bellos paisajes del país. Personalmente el Valle Orkhon es mucho más bonito y podemos encontrar nómadas de verdad en vez de, lugareños que regentan campamentos de Gers turísticos.
Beijing
Visitar Beijing es toda una experiencia. El corazón cultural, político y social de China es una ciudad enorme donde el calor, las distancias, el caos, la masificación, la contaminación, los mercadillos y la cultura son parte del día a día. Una ciudad de contrastes envuelta de mitos y leyendas, palacios de cuento y tantas cosas que visitar, que no sabes por donde empezar.
La Gran Muralla China. Tramo de Mutianyu
Con una extensión de más de 6700 km, la Gran Muralla es considerada uno de los grandes tesoros arquitectónicos de la humanidad. Un tesoro que impresiona y te deja sin palabras.
Nosotros visitamos el tramo de Mutianyu a 90km de Beijing. Un escarpado tramo con bastantes torres de vigía que data de la dinastía Ming. Cuesta imaginar como pudieron construir semejante mole en la punta de la montaña, cuando el calor y la humedad del ambiente hacen que andar y sortear sus inmensos escalones, sea todo un esfuerzo.
Decidimos visitar este tramo porque es menos visitado y porque existe la posibilidad de bajar por un tobogán y eso, siempre tiene su gracia. Solo a los chinos se les podría ocurrir algo así ¿verdad?
Parc Nacional d’Aigüestores y Estany de Sant Maurici
Volviendo a un destino mucho más cerquita de casa, el parque se encuentra en la parte central de los Pirineos y aunque he estado varias veces, lo he añadido porque es la primera vez que lo hemos visto bajo el bonito manto de nieve. Es curioso como cambian los sitios cuando están recubiertos de nieve. Un lugar ideal para hacer senderismo disfrutando del paisaje y de la naturaleza.
¡¡Feliz 2014 a todos!!